¿No crees que es hora de repensar cómo se distribuyen los aumentos salariales para lograr una mayor equidad? ¡8 de marzo! Lucha contra la precariedad laboral y la brecha salarial de género en la Junta de Extremadura
¡8 de marzo! Lucha contra la precariedad laboral y la brecha salarial de género en la Junta de Extremadura
¿No crees que es hora de repensar cómo se distribuyen los aumentos salariales para lograr una mayor equidad?
En vísperas del Día Internacional de la Mujer, analizamos la situación laboral en la Junta de Extremadura. Los datos revelan una creciente disparidad salarial que afecta especialmente a las mujeres, quienes ocupan mayoritariamente los puestos menos remunerados. Esta realidad exige una reflexión profunda sobre las políticas de igualdad y remuneración en la administración pública.
Número de empleados de la Junta de Extremadura según salario
- El número de empleados de la Junta de Extremadura que ganan más de 50.000 euros al año creció un 34% en 2023. Pasamos de 4.407 personas en 2022 a 5.920 en 2023 en este rango salarial. Dentro de este grupo encontramos los "sueldos élite", cerca de 500 trabajadores de la Junta reciben más de 100.000 euros anuales. Algunos casos incluso superan los 200.000 euros por año.
- 15.000 es el número de empleados públicos de la Administración General, principalmente de los grupos III, IV y V (laborales) o C, D y E (funcionarios). Algunos de ellos con contrados al 80% y al 50%.
Estudiemos el impacto negativo de las subidas salariales porcentuales en los colectivos peor remunerados de la Junta de Extremadura. Supuesto sobre el impacto desigual de una subida salarial del 2% en la Junta de Extremadura
Empleados mejor remunerados
Parece ser que la media salarial anual de los 6.000 trabajadores mejor pagados de la Junta de Extremadura es de 80.000 euros. ¿Cuál sería el impacto de un aumento salarial del 2% para este grupo?
Un incremento del 2% sobre 80.000 euros anuales representaría 1.600 euros adicionales al año para cada uno de estos empleados. Esto equivale a aproximadamente 133,33 euros más al mes.
Empleados con salarios más bajos
Por otro lado, como hemos dicho, tenemos 15.000 empleados públicos de la Administración General, principalmente de los grupos III, IV y V (laborales) o C, D y E (funcionarios). Parece ser que la media salarial anual de estos trabajadores menos remunerados es de 12.000 euros. ¿Qué supondría para ellos un aumento salarial del 2%?
Para este grupo, un incremento del 2% sobre 12.000 euros anuales significaría 240 euros adicionales al año por empleado. Esto se traduce en un aumento mensual de 20 euros aproximadamente.
Análisis comparativo
Esta comparación resalta la disparidad en el impacto de un mismo porcentaje de aumento salarial entre diferentes grupos de empleados públicos:
- Para los mejor pagados: 1.600 euros más al año
- Para los menos remunerados: 240 euros más al año
Es importante notar que, aunque el porcentaje es el mismo, la diferencia en términos absolutos es aún más significativa, lo que podría aumentar la brecha salarial existente entre estos grupos de trabajadores de la Junta de Extremadura.
La brecha salarial en cifras: Un vistazo a la desigualdad
Imagina un pastel que representa el aumento salarial total. ¿Cómo se repartiría entre los empleados de la Junta de Extremadura?
La respuesta es sorprendente: por cada euro de aumento, 87 céntimos irían a los trabajadores mejor pagados, mientras que solo 13 céntimos se destinarían a los que menos ganan.
Esta distribución, aunque deriva de un aumento porcentual idéntico del 2% para todos, revela una realidad preocupante: la brecha salarial no solo persiste, sino que se amplía.
Visualicemos esto en un gráfico circular:
- Una porción dominante del 87% para los salarios más altos
- Un modesto 13% para los sueldos más bajos
Esta imagen nos muestra cómo una política de aumento uniforme, aparentemente justa, puede en realidad profundizar las desigualdades existentes entre los empleados públicos de Extremadura.
Esta disparidad se amplifica con el tiempo. En 30 años, los mejor pagados habrían acumulado 48.000 euros adicionales, frente a solo 7.200 euros para los menos remunerados. Considerando que los aumentos anuales se aplican sobre salarios cada vez más altos, la brecha salarial crecería exponencialmente, creando una desigualdad cada vez más pronunciada entre los empleados públicos de la institución regional.
¿No crees que es hora de repensar cómo se distribuyen los aumentos salariales para lograr una mayor equidad?
Nota Aclaratoria: Estabilidad de la Proporción en los Aumentos Salariales
La relación proporcional entre los aumentos salariales se mantendría constante independientemente del porcentaje de subida aplicado, siempre que este porcentaje sea el mismo para ambos grupos. Esto se debe a que estamos tratando con una proporción, no con valores absolutos.
Para demostrarlo, hagamos el cálculo con un 4% de aumento:
- Salario alto (80.000€): 4% de aumento = 3.200€
- Salario bajo (12.000€): 4% de aumento = 480€
Suma total del aumento: 3.200€ + 480€ = 3.680€
Proporción del aumento para salario alto:
(3.200 / 3.680) * 100 ≈ 87%
Proporción del aumento para salario bajo:
(480 / 3.680) * 100 ≈ 13%
Como puedes ver, los porcentajes se mantienen en 87% y 13% respectivamente, igual que con el aumento del 2%.
Esta estabilidad en la proporción es precisamente lo que hace que la brecha salarial se amplíe con el tiempo, ya que los aumentos absolutos son siempre mayores para los salarios más altos, aunque el porcentaje sea el mismo. Ante esta realidad, se hace imperativo que los colectivos menos remunerados de la institución regional unan sus voces y esfuerzos para impulsar un cambio significativo. La iniciativa "Equiparación Salarial y Laboral YA" ofrece una plataforma para canalizar estas demandas y buscar una distribución más equitativa de los recursos. Se insta a todos los afectados y simpatizantes a respaldar activamente esta causa, dándole visibilidad y apoyo a través del siguiente enlace de la plataforma:
Este gráfico es un testimonio alarmante de la injusticia sistémica en nuestra administración pública. La concentración del 87% de los recursos en una minoría ya privilegiada, mientras que la mayoría se conforma con un exiguo 13%, es una afrenta a los principios de equidad y cohesión social. Esta distribución no solo perpetúa, sino que exacerba la brecha socioeconómica, erosionando el tejido social y la confianza en las instituciones. Las subidas salariales lineales, lejos de corregir esta disparidad, la agudizan, creando un círculo vicioso de desigualdad. Es imperativo replantearnos este modelo y adoptar enfoques progresivos que prioricen a quienes más lo necesitan. La inacción ante esta realidad no es solo moralmente reprobable, sino también peligrosa para la estabilidad y el progreso de nuestra sociedad.