Un análisis de la falta de dirección y efectividad en el sindicalismo actual en la Junta de Extremadura
La desorientación sindical actual: como pollos sin cabeza ante los desafíos laborales
Nos dicen que hay dos modelos de sindicalismo en la Junta de Extremadura.
Por un lado, está el sindicalismo conocido como de "Mesa Camilla", ese sindicalismo de canonjía, prebenda y subvención, cuyos dirigentes se caracterizan por pertenecer a una u otra Cofradía del Pesebre y del Aplauso.
Por otro lado, parece que existe un sindicalismo alternativo. Sobre este nos piden tener fe, pues por sus hechos aún no se ha manifestado. Están en el intento, pero siguen ubicados en el quiero y no puedo. Siguen dejando que el relato se lo marque el sindicalismo de mesa camilla, y van detrás de él como pollos sin cabeza. Se parecen a Astérix y Obélix en la octava de las doce pruebas de la Administración que Enloquece, tristemente, sigue funcionando como sátira de nuestros sindicatos, los alternativos también, por encontrar el Formulario A-38.
Hay que decirlo alto y claro, a ver si el sindicalismo alternativo toma nota y corrige su rumbo: no se puede ser sindicalismo alternativo ubicado en los mismos significantes vacíos que diría Laclau que el sindicalismo de mesa camilla.
En la actualidad, en la Junta de Extremadura, que es el ámbito que nos compete y en el que prestamos nuestros servicios, ¿qué hechos diferenciales se establecen entre el sindicalismo de mesa camilla y el sindicalismo que se autodenomina alternativo?
Los que llevamos décadas y décadas en esta casa observamos que todo se parece mucho a la moviola, esa moviola que apareció con la creación de Estudio Estadio. Antes los sindicatos alternativos eran otros convertidos hoy en sindicatos de mesa camilla. Las mismas reivindicaciones, los mismos discursos encendidos, el mismo trabajo frenético pero los mismos errores que llevarán a los mismos resultados obviamente. Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo, que les diría Albert Einstein.
¿Y cuáles son esos errores? Fundamentalmente dos:
El primero es que siguen asentados en la denominada "democracia representativa" que en realidad no es ni siquiera tal, pues no pasan de ser modelos poliárquicos. Llevo insistiendo años en ello. En el año 2013 escribí un artículo muy clarificador sobre el tema titulado: "Sobre la praxis política de la vota-botacracia (poliarquía)".
En ese artículo decía que "la poliarquía o policracia se asienta sobre la praxis política de la vota-botacracia, esto es, utilizar el mecanismo del voto para botar (excluir). Esta, como es obvio, es una mala praxis. Tengamos en cuenta que no es lo mismo una democracia que un gobierno de la mayoría. Los gobiernos de la mayoría, y ejemplos a lo largo de la historia existen muchos, terminan trasformados en "la dictadura de la mayoría" (dictaduras bolcheviques, del ruso Большевик, Bolshevik o Bolševik, "miembro de la mayoría"), que puede ser peor que una dictadura abierta, porque se presenta con la careta de la democracia. Pero arrasa los derechos de la minoría, y puede terminar usando la fuerza, el ostracismo o la exclusión, para lograr sus propósitos. De lo que se trata es de buscar el consenso, no imponer el criterio de una parte. Además, toda fracción que se hace vasta termina convirtiéndose en facción (camarilla) y lo vasto (extenso) transformándose en basto (burdo e inapropiado)."
Este paradigma poliárquico y fetichizante de las propias estructuras sindicales como fines en sí mismos, les lleva a infravalorar a los afiliados, se sustentan en estructuras que pivotan sobre liberados y delegados y que carecen de verdaderos mecanismos de participación de los afiliados, de los cuales suelen decir que no participan, no entendiendo, como certeramente dice el refrán, que es una pescadilla que se muerde la cola: no participan por no contar con mecanismos eficaces y efectivos de participación en los sindicatos en los que están afiliados. Si existen mecanismos eficaces para hacer a los afiliados pagar la cuota de los sindicatos, se doten estos de herramientas y mecanismos igual de eficaces para fomentar su modelo participativo. En las referencias de este artículo indico algunas decenas de ideas.
Sería positivo que las cúpulas sindicales que se autodenominan alternativas destinaran algo de ese tiempo que emplean en correr como pollos sin cabeza a leer a John Holloway para así entender que "Hay dos tipos de poder", "El poder-sobre, que es el que domina y subyuga, y el poder-hacer, que es nuestra capacidad creativa innata. El problema es que el poder-sobre ha capturado y distorsionado nuestro poder-hacer".
El otro error es el fraccionamiento que introduce en los trabajadores las medidas que de forma seguidista secundan, imitando en ello a los sindicatos de mesa camilla que sirven a este modelo alienante. Una de ellas son las subidas salariales porcentuales con las que siempre terminan ganando más quienes mayores salarios perciben. No terminan de cambiar ese discurso clasista y fraccionador de las subidas salariales porcentuales por uno que no sea reificador del statu quo como lo sería la medida correctora de esta flagrante desigualdad como, por ejemplo, optar por subidas salariales lineales aplicando el porcentaje pactado a incrementar a la masa salarial de todos los salarios, sumar los resultados y dividirlo entre todos los trabajadores. De esta manera se aumentaría la misma cuantía a toda la plantilla, porque a la hora de ir a comprar el pan, llenar el depósito de combustible del vehículo, pagar la luz, el gas, o llenar el carro de la compra, nos cobran a todos lo mismo; cobres el sueldo que cobres. Pues los precios no funcionan porcentualmente en función al salario que cobres.
Lo más preocupante es que los sindicatos parecen haberse transformado en fines en sí mismos, dedicados casi exclusivamente a garantizar su propia subsistencia, olvidando su misión principal: la defensa de los trabajadores. Esta situación exige una renovación urgente y profunda de las estructuras sindicales. En las referencias adjuntas se presentan siete áreas clave en las que los sindicatos deben actuar para recuperar su relevancia y eficacia en el siglo XXI.
Referencias:
Sindicatos en crisis: Un llamado urgente a la renovación
Informe Técnico: Modernización de la Participación y Estructura Organizativa en Sindicatos
STOP a las subidas salariales porcentuales en la Junta de Extremadura. Optemos, por justicia, por las subidas salariales lineales